Compartimos hoxe dous adhesivos que, encargados por dous rapaces de Arzúa, en 1972, (Jesús Bendaña e Chicho Vidal) produciu a empresa Serigrafia Gallega (Álvaro Álvarez Blázquez) de Vigo. Unha delas co lema “Arzúa Terra do Queixo” e outra co de “Arzúa Centro da Galiza”. As dúas levaban a lenda “Feiras días 8 e 22”.
Consérvase a carta co presuposto para 500, 1.000 e 2.000 exemplares. A xulgar polas duas letras de cambio que tamén se conservan e que fan un total de 7.584 pesetas, parece que a tirada foi dunhas 500 unidades.
En 1945 naceu en Boente Manuel Vidal González, marchou de neno cos seus pais para Barcelona e dende finais dos anos 50 vive en Ourense. Para ubicalo: seu pai foi “Juan Vidal Sánchez, fillo de Maripepa do Crego, irmán de Mercedes Vidal Sánchez, muller de José López Agra, o que tiña o aserradero, a carón da igrexa da Castañeda.”
Compartimos hoxe un vídeo de 6 minutos grabado por Salomé Caamaño Cives con motivo da exposición “Oficio e Arte” (do 16 de marzo ao 7 de maio de 2023) no Centro Cultural Marcos Valcarcel, de Ourense
Así mesmo reproducimos íntegra a súa biografía escrita en 2004 por Xavier Limia de Gardón (profesor o crítico da Historia da Arte, escritor e conferenciante):
‘Manuel Vidal”, el artista, Manuel Vidal González el hombre. Su firma directa, en segura caligrafía, dice de su persona. Su rúbrica habla, afirmándose, al pie de sus obras, con voluntad realista. Con Manolo se parte del ser, en una ontología de la vida: desde ella se halla su arte
LOS CAMINOS PRIMEROS DE LA VIDA
Nació Manuel en el territorio de Arzúa, provincia de A Coruña, en las tierras de la parroquia de Santiago de Boente, por las que atraviesa el “Camino de Santiago”. Es Boente lugar celebrado por su agua fresca y con fama de milagrera en la fuente de A Saleta, al lado de la que pasan los peregrinos hacia Boente de Baixo, en dónde se halla la iglesia parroquial de tres relojes, en cuya pila bautismal se cristianiza el niño Manuel el año 1945. En este origen hay como un premonición del destino, que teje la tela del futuro artista, pues si de una parte su arte refleja una gran preocupación por la precisión -base del control del tiempo-. de otra parte. con sus padres, comenzará un peregrinaje que le lleva a Cataluña, en los primeros y decisivos años de su vida.
En efecto, debido a la profesión de ferroviario del cabeza de familia, se trasladan a la importante ciudad catalana de Vic (Barcelona), dónde vivirá los años de infancia en un medio ajeno a Galicia, lo que dejará un poso decisivo en el futuro artista. En lo referente a los estudios se forma en el “Colegio del Sagrado Corazón”, dirigido por los Hermanos Maristas de la Enseñanza, en dónde comienza a destacar por sus notables condiciones para el dibujo, entrando con ocho años como alumno Pedro Punti Serra. Éste. gran dibujante, tenia además un obrador especializado en tallas religiosas. En este ambiente inicia Manuel su camino en el mundo del arte, que descubre desde la sensibilidad de sus progenitores y la enseñanza con los Maristas, Instituto religioso francés que desde Girona se extendió por España, siendo esta casa de Vic una de las más importantes de La Orden pues habla sido fundada en 1888 -tan sólo dos años después de aquella-, y era la sede del “juniorado’. Una de las características pedagógicas, que le ha dado justa fama, era el esmero en la caligrafía, que se aprecia aún en Vidal. La antigua ciudad episcopal de Vic, con sus notables retablos y pinturas góticas; la propia catedral, con pinturas murales de Sert, son el germen de la dedicación actual de Manuel Vidal a la restauración artística y a la pintura.
A finales de los años cincuenta su familia se traslada a Ourense, por cambio de destino de su progenitor, llegando a la ciudad gallega cuando ésta se convierte en el nuevo núcleo ferroviario de entrada al noroeste peninsular. En la ciudad de Santo Cristo, el puente y las Burgas -en la socorrida copla en la que se condensaba por estos años los ejes de la provinciana capital, continuará su Vida en adelante. haciendo los estudios de bachillerato, que compatibilizará con los de “dibujo técnico’.
LA FORMACIÓN ORENSANA
A comienzos de los años sesenta asiste a la Academia de D. Luis Fernández Pérez, ‘Xesta’ (+1969), discípulo del malogrado pintor de Esgos Ramón Parada Justel. pintor éste que Vidal ha estudiado, a través de las obras que se conservan de este artista de la ‘generación doliente’ en el Museo Arqueolóxico y de Bellas Artes de Ourense. En la Academia de D. Luis, en la que se enseñaba modelado, vaciado y adorno, entra Vidal para desarrollar su conocimiento del dibujo lineal con aquel, gran dibujante y maestro exigente, de gran fama en las décadas de los años cincuenta y sesenta, cómo continuador de Juan (+ 1944), su hermano, significativa figura de la Auria del primer tercio de siglo.
En esta pequeña ciudad del interior gallego hay, en estos años. un notable grupo de intelectuales, y artistas, a cuyo ámbito se acerca nuestro autor. Son aquellos Ramón Otero Pedrayo y Vicente Martínez-Risco Agúero, eximios intelectuales de la ‘Xeración Nós’. que tanta importancia han tenido tanto para la definición del pais gallego. En tomo a Risco se aglutina la ‘Peña de los Sabios’, grupo de jóvenes que. desde finales de la década de los años cuarenta. en determinados cafés, hacen de la tertulia ‘una isla en el duro desierto cultural de la autarquía- durante el Régimen dictatorial del General Franco. Hay artistas como Manuel Prego, Arturo Bailar y Antonio Failde, y, a veces, Celso Emilio Ferreiro, poeta de devoción para Vidal. Entre éstos hombres de letras dos hombres influyen de manera decisiva: Luis Vázquez Trabazo, abogado, escritor, periodista e critico de arte, y Segundo Alvarado Feijoo-Montenegro, jefe de programación de Radio Nacional, periodista y director teatral. El maestro Risco es el impulsor en el ámbito del grupo que bautizó cómo “os artistiñas” en el bar de O Tucho del Eirociño dos Cabaleiros, rebautizado como “O Volter” tras un comentario del sabio, y entre el que se encontraban, entre otros. artistas como José Luis de Dios, Xaime Quessada, Acisclo Manzano, y Manolo de Buciños.
Con éste último, escultor -y también con otro, Xosé Cid-, tendrá Vidal una relación entre el aprendizaje del oficio y la amistad, sobremanera con “Buciños”, del que era vecino en el bario de “a Ponte”, al que frecuenta en su estudio de la Rúa do Mercado. Por influencia suya, comienza a interesarse por esta actividad artística, que será el origen de esta vertiente profesional.
Poro la actividad profesional inicial de Manuel Vidal es en el ámbito de una agencia de publicidad, ‘Spacio”, interviniendo en el diseño de carteles y catálogos. De aqui pasa, como dibujante técnico, al estudio de arquitectos, siendo el principal en su formación el de Antonio Alés Reinléin, importante figura política en el Ourense de estos años. De gran importancia posterior en su “modus operandi” artistico referido a la elaboración espacial de sus cuadros, resueltas con una honda percepción técnica, aspecto a resaltar en el panorama artístico de las últimas décadas. Los viajes que hace a diversas ciudades españolas, y a Italia principalmente, para contemplar la obra de los grandes maestros del arte, le permiten ampliar su conocimiento plástico.
Paralelamente. dos hitos deben ser señalados. El primero se produce mediada la década de los años setenta, en 1977, año en el que pone taller de restauración de obras artísticas religiosas, tras el aprendizaje desde la obra de Tony Roth (Instituto Max Doerner de München Alemania), con Maria, su mujer, con la que se acaba de casar este mismo ano. Es el segundo su dedicación a la enseñanza cómo profesor de dibujo artístico (Verin, 1994-1996), y de óleo, desde 1996, en la “Escola de Artes e Oficios” de la Deputación de Ourense.
MANUEL VIDAL ARTISTA
En la década de los años setenta nuestro autor cambiará su “modus vivendi”, pasando a trabajar en su gran pasión: el arte. Así, desde 1972 comienza a practicar la pintura a ‘plein air’, saliendo en muchas ocasiones con su caballete a las calles y plazas, para pintar espacios y también a sus gentes: frecuentando también el campo en esta formación temática. Y técnica, pues practica de manera sistemática tanto el óleo como el pastel, el acrílico, las ceras, las plumillas, o el lápiz de grafito, con alguna incursión incluso en el grabado. La exposición que le sirve de presentación se produce en el Otoño de 1975, en el Liceo de Ourense: son veintidós óleos y ocho dibujos a plumilla, obras que lleva asimismo a la Galería Altamira de Pontevedra. Al año siguiente colgará en la Galería Souto, volviendo a ella en 1977, con treinta paisajes y dos retratos, uno de los cuáles es copia del que Parada Justel le hiciera a su madre, obra en la que se reconoce la maestría del gran pintor gallego. Su cuarta exposición en Ourense será en las dos salas del Museo Arqueoloxico, en la víspera del día de las ‘Letras Galegas’ de 1979, en las que cuelga treinta óleos.
Sale también a concursar en la Bienal Internacional de Pontevedra, siendo seleccionado en IIª y la IIIª , en los años 1976 y 1979. respectivamente. Este último año se presenta también al 1° Premio Nacional de Pintura de Pequeño Formato’, volviendo en 1982, para exponer con los demás participantes en la Galeria Arboreda de El Ferrol. Pero será en la segunda mitad de la década de los ochenta -en concreto en 1986-, cuando obtenga un primer premio, como cartelista, en el primer concurso de Cociña Galega, en Santiago.
Tras aquellas primeras exposiciones en Ourense y Pontevedra continúa su periplo gallego en Santiago en 1977 (Caixa de Aforros) y A Coruña (Galeria Ceiba), pasando después a Lugo en 1978 (sala del Banco de Crédito e Inversiones) y Vigo (Caja de Ahorros Municipal), con lo que se puede dar por concluida lo que puede considerarse su presentación al público de Galicia. Lo principal de su producción son óleos, completando las muestras con plumillas. En cuanto a la temática son paisajes del interior gallego, que muy pronto amplia con marinas, destacando, además, la poderosa presencia de la figura humana. Trapero Pardo (Lugo, 1979), a propósito de su segunda exposición en su ciudad constata como el artista posee ‘una técnica más segura … apoyada en un realismo notorio (con) cualidades estéticas que van más allá de la realidad para darles el sentido poético que hay en todas las cosas’. Jerónimo Navarro (1979) aprecia que ‘sus paisajes nos den la impresión de algo verdadero, y, sin embargo, superior a la cruda verdad, pues tienen una atmósfera semi romántica’, desde la mesura delicada del artista. Asi expone a continuación en A Coruña (Galeria Cabo), en 1980; y en la Galeria Souto de Ourense a finales de 1981. Alvarado destaca entonces su ‘trabajo honesto, serio y responsable, volcado en penetrar honda e inquisitivamente en la realidad gallega de nuestro entorno: en el inicio de los estudios sobre figura y, sobre todo, en ese trabajo paciente de alcanzar texturas a base de sucesivas capas de pintura’. De su calidad como retratista es el cuadro que hace del Rey D. Juan Carlos I° para el salón de sesiones del Ayuntamiento de Ourense en 1982.
En 1983 su principal exposición es la de la sala de la Caixa de Aforros de Vigo; y en 1984 en la Casa de Cultura de Ourense, llevando además su obra a la Galeria Catro de A Coruña y “S.M-” de Lugo. Cobra entonces fuerza una temática de tipo social, en lo exterior costumbrista, de la que son muestra obras tan significativas como “Monólogo do vello traballador” , que compra el Senador socialista Celso Montero. En 1985, producto de su relación con ‘Buciños”, comparte sala con él en la exposición de la Sociedad Artistico-Cultural de A Troya, presentándose ya sólo en la Galeria Itxaso de Zaragoza.
Dos años después (1987) expone en Ourense, en la sala que la Caixa tenia en la Torre, en la que se presenta con pasteles, como ‘A praza do Ferro’. El pintor José Corral Díaz -en su crítica periodística que firma con el seudónimo de ‘Color Gris’• destaca que es una “exposición completa” de este “pintor de vivencias reflejadas”, “que se desenvuelve dentro de un impresionismo muy personal, portador de secuencias gratas”, “mensajes plásticos tocados o cargados con mucho oficio”. En 1989 vuelve ir a Vigo, a la sala de la Caixa de Aforros. Al año siguiente viaja a Valladolid (Caja España) y Oviedo (Galeria Vetusta), para concluir el año en Ourense en la Caixa, exponiendo en 1992 únicamente en la nueva Galería Marga Prada, para hacerlo en 1993 en la Caixa de Vigo y en la “Fundación Araguaney” de Santiago. En 1994 son Lugo (Circulo das Artes) y Vigo (El Rincón de los Artistas). En relación a ésta última, el artista presenta un cambio sustancial. al entrar en dialéctica con el “arte abstracto”, con obras como “Consigna postrmodernista*. Se confiesa entonces como “sumiso rebelde”, entendiendo por ello el respeto a la técnica, y a la experiencia plástica. Y sigue pintando obras de temática social, caso de “No pórtico da Catedral de Ourense”.
Debe llamarse la atención también en relación a otro aspecto, que puede ayudar a acercarse mejor a la personalidad del artista. Manuel Vidal como hombre de su tiempo abierto a otros circuitos artísticos, gusta de mostrar sus obras en las escasas galerías de las más importantes de villas, caso de las salas de la Caixa de Aforros de Galicia en Monforte (1982) o la de Caixa Ourense en O Barco (1985); y asimismo en “espacios de ambiente” con público accidental, ámbito de consolidado prestigio en el mundo artistico local orensano, caso del Café Estudio 34 (1985, 1991, 1996) o el Café Isaac (1995). En esta linea de presencia, debe entenderse su participación en exposiciones colectivas de carácter benéfico solidario, caso de la subasta para Unicef (Ourense, 1980), contra el Sida en la Galería Volter (Ourense. 1994) y en Caixa Galicia (2002), o en el Liceo, para ayuda del Asilo de Ancianos (1994), o más recientemente las de la “Cruz Roja” (2003), y contra el ‘Sida` (2002).
LOS AÑOS RECIENTES
En Octubre de 1997 son seleccionadas sus obras, entre las de otros pintores realistas españoles, para una muestra en Madrid, exponiendo en el Zayas Club. Y a finales del mismo año tiene otro importante reconocimiento de su camino artístico en su propia ciudad. En efecto. en la sala que el municipio tiene en el Museo expone una muestra» resumen de la trayectoria, con catálogo que prologa Segundo Alvarado, critico artístico que lo ha seguido desde sus comienzos. Una obra, basada en el “Cantar de los Cantares” -policromía sobre oro-, llama especialmente tanto por temática cómo por la técnica, en relación con su destacable faceta de restaurador del arte religioso desde el barrio de O Couto.
En 1998 va una vez más hacia las Rías Baixas exponiendo en Vigo en la sala de la Caixa, y en el 2000 se dirige tierra adentro hacia Lugo (Galeria Nova Rúa). Pero será la exposición que acometa a finales del 2001 en el antiguo ‘edificio Simeón” -hoy roacondicionado por la Deputación Provincial para Centro de Exposiciones y Conferencias-, su más importante cita expositiva de los últimos años, por la relevancia de esta sala institucional en la plaza orensana Con ella contribuyó a la puesta de largo de este centro, en los meses iniciales de su nacimiento. Una de sus últimas exposiciones individuales, hasta el momento de redactar estas lineas, ha sido la As Neves (Pontevedra), en los días finales de 2003 y primeros de 2004, hallándose inmerso desde su actividad de restaurador artistico y el diario contacto con alumnos y discípulos en las clases, en la preparación de una exposición en la ‘Casa de Galicia’ de Madrid
Hasta aqui esta suerte de síntesis del quehacer do Manolo Vidal en el amplio campo del arte. en el que ha dejado sus huellas diferenciadas partiendo de un hondo respeto a la tradición artistica, bases desde las que podemos percibir una voz de gran aliento, tal cómo se aprecia en cuadros como “Vencidos” o “La cena del Rey Baltasar”, todavía en elaboración en esta Primavera de 2004. El artista, comprometido con su arte porque gusta de comprometerse con la vida, es realista, pero con un realismo humanista de raiz vital lirica que, sin perderla, parece preferir en los últimos años temas de amplio espectro alegórico, tratados con un gran dominio de los planos y de la textura de la luz, al servicio de una idea, El Arte como signo, que manifiesta a los lados del Ser escondido. El milagro de la expresión que explícita la existencia y el cuerpo, en el que se encama el misterio. La poesía de Pablo Neruda y Miguel Hernández, de León Felipe y San Juan de la Cruz -además de La del mencionado Celso Emilio-, han sido en su caminar, mucho más que inspiración y aliento de su espíritu, de hondo sentir cristiano compatible en la estética con un ethos de hondo calado humanista, que están presentes en sus obras mientras traza perspectivas y matiza la panoplia cromática, desplegándolos ante nuestra sensibilidad con humildad (y magisterio), ofreciéndonos su camino del arte.
Na páxina 111 do tomo 5 da Gran Enciclopedia Gallega recóllese un artigo de Benedicto García Villar baixo a entrada Basilio Carril, que dí así:
Fue con Faustino Santalices, Avelino Cachafeiro, y Paulino Pérez Sánchez, uno de los más importantes gaiteiros y artesanos gallegos de los últimos años. Nacido en Arzúa (La Coruña) el 26 de junio de 1914, desde muy joven vivió en Santiago, en donde su padre (Ramón), que era constructor de gaitas en Arzúa, instaló su taller en 1919.
Su primera afición musical es la guitarra, a la que siempre le dedicará una especial atención. Siendo todavía niño, pasaba horas en un portal de la calle de A Algalia, de Santiago, en la que un grupo de jóvenes estudiantes ensayaban con sus guitarras. Esto le movió a fabricar él mismo su guitarra, sin otro maestro que la intuición y el sentido musical. A los 13 años empieza a trabajar con su padre en el taller de la Rúa de San Pedro, continuando en él hasta agosto de 1974. Afiliado a la Agrupación Artística Compostelana, desarrolla en ella su afición de guitarrista hasta el año 1936 en que participa, en las filas del Frente Popular, en la guerra civil. En mayo del 38, estando en Asturias, escribía en su diario «Éste es el más de los grandes acontecimientos para bien de nuestra victoria definitiva. Este mes veremos el pronto fin de esta cruel guerra.»
De vuelta a Santiago, se integra de nuevo al taller de gaitas; pero entonces ese trabajo no proporciona el mínimo sustento económico y Carril tiene que dedicarse a realizar trabajos de artesanía para turistas. Figuras de Don Quijote, Sancho Panza, hórreos, zocas… botafumeiros, que se vendían por cientos en los comercios de Santiago. En 1947, a la muerte de su padre, se tiene que dedicar por entero a la fabricación de gaitas, flautas traveseras, flautas de pico, pitos, asubiotes, pandeiros, bombos… etc. Famosa se hizo a partir de entonces su habilidad para fabricar punteiros y palletas. Realizaba sus trabajos en palo santo, ébano, olivo, marfil y, fundamentalmente, en buxo, la más abundante en Galicia de las maderas duras. Las gaitas por él fabricadas empezaron a gozar de gran cotización por la brillantez de sonido y buena afinación, siendo vendidas en toda Galicia y exportadas al resto de la Península, a todos los países de Europa y América, Japón, Australia… etc., encontrándose hoy ejemplares en varios museos europeos. Y al mismo tiempo que sus gaitas, adquiría fama la tertulia que en su taller tenía lugar todos los días. Por allí pasaban melómanos, gaiteiros, artesanos, estudiantes y extranjeros que tenían interés en conocerle, aprendiendo del amigo Carril innumerables matices, no sólo técnicos o musicales, sino humanos.
Con Faustino Santalices proyectó la creación en Santiago de un taller-escuela pero, según él mismo confesó, no pudo llevarse a cabo por falta del necesario apoyo de los organismos competentes. En agosto de 1973 fue invitado por el Museo de Louvre de París para realizar trabajos de construcción de instrumentos musicales de viento que hubieran ya desaparecido o estuvieran en trance de desaparición. Para ese trabajo, el museo ponía a su disposición una importante colección de grabados en los que dichos instrumentos están representados. También en agosto de 1973 recibe una invitación para trabajar como artesano en el Conservatoire Ocitan des Arts. Al año siguiente recibe el título de «Artesano Ejemplar». Pero paralelamente a su labor como artesano desarrolla su vocación de gaiteiro. Con Jesús Rodríguez* Sánchez (Susiño), formó una de las más famosas parejas de gaiteiros de Galicia. Ellos fueron, con Paco Pose, los iniciadores de la modalidad musical de pitos gallegos y coautores de piezas como Anacos de unto, Maruxa, Vindo do Faro, Farangulliñas, O Pote, Caramuñeira, etc. ; formó parte del grupo Os Jacobeos, con Alicia Pazos (piano), Manuel Suárez Moscoso (voz), Miguel de Santiago (flauta) y José Vidal (tamboril); dirigió la sección musical del Grupo de Danzas de la Sección Femenina de Santiago; participó en el Grupo de Danzas de la Sección Femenina de La Coruña y en el Orfeón Terra a Nosa. Pero con el grupo que más éxitos consiguió fue con el de gaitas de Cantigas e Agarimos de Santiago, compuesto por Juan Bello Mallóu, José Vidal Freire, Ricardo Fernández Pereira y Carril. Este grupo obtuvo innumerables premios en Lugo, Mondoñedo, Orense, Ponteareas, Porriño, Santiago, Tui, Vigo, etc., participando en la mayor parte de los certámenes de gaita celebrados en Galicia.
Con todos estos grupos actuó por toda la Península, Europa y parte de Asia y Africa y grabó varios discos. Además de las ya mencionadas, son de su creación las piezas : Buxos Verdes, O Gaiteiro, Zaralalá de Arzúa, marchas para justas medievales, etc.
En colaboración con Miguel de Santiago preparó un Método de Gaita que no llegó a publicarse. Murió Basilio Carril el 23 de diciembre de 1974 en Santiago.
Do “Caderno dos Botes Ano I, nº I” tiramos este artigo que firma Carlos Mariño e que leva por título “O Rock & Roll en Arzúa”.
Non cabe dúbida de que si os primeiros organizadores da “Festa do Queixo” polo ano 75 non decidísen exaltar o noso queixo, con actos culturais, como o famoso festival folk con grupos da calidad de: Milladoiro, Fuxan os Ventos, Brath, Na Lúa… e dos solistas: Amancio Prada, Suso Vaamonde, Emilio Cao, etc., moi probablemente Arzúa non destacaría hoxe polos concertos de rock. Pero afortunadamente e seguindo o rumbo dunha década de consagración do rock estatal, Arzúa apuntouse a “Movida” (a famosa polémica definición) acadando un alto nivel na celebración de concertos de rock.
Un dos primeiros grupos de rock en achegarse a nosa vila foron os METEORO de A Coruña, sobre 1983, pero a data clave para o despegue destos eventos musicais, foi Marzo do 85, ca actuación dos vigueses AEROLINEAS FEDERALES, que por aquel entonces lideraba o Sinietrísimo Miguel Costas, concerto pasado por auga, con escaso público, pero moi divertido. Cinco meses despois, a “Festa dos Botes” incluía no seu cartel o trío de Marín CAJA-B, que animaron a proseguir na liña iniciada.
Xa en 1986 e co motivo da XIª Festa do Queixo déuse un paso decisivo con concertos dos portugueses G.N.R. que brindaron un gran espectáculo, e de OS RESENTIDOS de Antón Reixa que presentaban, o seu xa célebre “Fai un sol de carallo” (Galicia Canibal), que se editou poucos días despois. A réplica da Festa dos Botes, dóuse con dúas bandas xa desaparecidas de A Coruña: LINEA OPUESTA e RADIO OCEANO, estos últimos e como eles recoñecen ainda hoxe, ofreceron un dos seus mellores directos da súa corta pero importante historia.
1987, comenzou cunha enorme polémica para o rock en Arzúa, a actuación de LA POLLA RECORDS, que será máis recordada pola polémica erguida que pola calidade músical do grupo abertzale. A espectación por este grupo eclipsou a actuación dos coruñeses ALGUIEN. En agosto e pese ás reservas e reticencias dunha minoría, logrouse consolidar a boa imaxe do rock no noso pobo, gracias a os DESPERADOS do carismático Fernando Martín e os Barceloneses BRIGHTON 64 (hoxe Brigatones), concerto de moi grato recordo para a xuventude da vila e dos festeiros que escomenzaban a ser adictos aos directos de Arzúa. Grupos que foron acompañados pola banda arousán VIEJA TÁCTICA.
Se tódolos concertos fortos de gran calidade, quizá o de Malevaje, Los Coyotes e La Frontera destaque pola súa gran resonancia e afluencia (dende Vigo fletaronse dous buses) os tangos postmodernos de MALEVAJE, a mensaxe latina de LOS COYOTES, do tudense Víctor Abundancia, e os potentísimos LA FRONTERA, liderados por Javier Andreu, enfervorizaron ás masas que alí se atopaban, a unha hora xa intempestiva. O día anterior, e como presaxio deste memorable concerto, os VIUDA GOMEZ a tódolos fillos adoptivos do rock en Arzúa. Na Festa dos Botes dese memos ano, 1988, celebrouse un concerto que non baixouo o alto listón do do “Queixo”, as actuacións dos daquela prometedores de A Rúa, LA ROSA, da revelación estatal e dende Sabadell: BB SIN SED, aínda hoxe inxustamente iñorados, pero moi recoñecidos en Arzúa. O memos poderíase decir do terceiro grupo, os madrileñísimos (de Chueca): BURNING, que nunha noite como a calificaba Pepe Risi: “especial para el rock and roll“, ás dúas da noite e a máis de 20 graos, os Burning interpretaban maxistralmente os seus xa clásicos “¿Qué hace una chica como tú, en un sitio como este?”, “No es extraño que tu estés loca por mi” ou o seu peculiar Johnny Be Goode que a máis de ún, emocionou a saltar con eles no escenario.
Difícil se poñía en 1989 manter o nivel do ano anterior, na Festa do Queixo, logrouse en dous días. O primeiro cos vigueses LOS CAFRES, que non contaron co insumiso Pablo Ramallo, e os lucenses THE CONTENTOS. O segundo día, e pese a calidade dos grupos, a xente non respondeu como no ano anterior, e así os hoxe tan recoécidos maiorquíns de LA GRAJA, os “primos-irmáns” de Los Ronaldos: LAS RUEDAS, e un dos mellores grupos de rock estatal hoxe en día: LOS ENEMIGOS, pasaron inxustamente desapercibidos, pero os que alí estivemos, vibramos cos tres grupos, e de xeito especial coa guitarra de Josele Enemigo. Para os “Botes”, menos apoiada economicamente resultou máis difícil, aínda, seguer nesa liña de calidade, así que optouse por reclamar de novo a Johny e Pepe: BURNING, era a primeira vez que repetía un grupo; pero os Burning, merecníanno. Xunto a eles chegaron dende Barcelona unha FLORES DEL MAL con música dos Rebeldes, Decibelios,.. e LOS PROSCRITOS, auténticos “chicos de provincia”, de Binéfar (Huesca), que versionaron o clásico de Bob Dylan: “Como una bala perdida”.
Respecto a este ano, 1990, destacaría as actuacións na discoteca, con grupos a maioría deles xa coñecidos en Arzúa: BB SIN SED, LA ROSA, LOS CONTENTOS. Pero os que si debutaron, foron os recentemente grupo revelación nacional, pola crítica máis especializada, os albacetenses: SURFIN – BICHOS, rock con profundas influencias eclesiásticas. No que se refire a Festa do Queixo, non cabe dúbida que o festival foi de gran calidade ao contar cun grupo de peso, no mundo do folk, como é Milladoiro, pero quizais se descoidase un tanto o rock, que gracias a brilante actuación dos tamén repetidores DESPERADOS, mantiveron a antorcha do rock, acompañados por LOS DALTON. Para a Festa dos Botes agárdanos un gran concerto cos míticos NIKIS (os Ronaldos españois), DOMINGO Y LOS CÍTRICOS e probablemente LOS ENEMIGOS.
Por último e inevitablemente, non podería rematar este recordo do rock en Arzúa sen facer referencia do “rock de Arzúa”, animando a toda a xente que faga rock, e música en xeral, especial a Banda de Rock local: RUTA-66, (antes LOS ELEMENTOS).
No número 32 do Boletín do Centro de Estudos Melidenses – Museo Terra de Melide (2019) pubicouse o artigo “Deputados a Cortes polo Distrito de Arzúa (1846-1923)”, obra de Armando F. Cascón Rodríguez e Fernando Suárez Golán. Un deses deputados foi don Fernando Calderón Collantes, elexido polo distrito de Arzúa en abril de 1872, con 6.729 dos 6.732 emitidos. Esto é o que di o artigo:
A división do Partido Progresista provocou a convocatoria das segundas eleccións celebradas durante o breve reinado de Amadeo I, o 3 de abril de 1872, que gañaron os conservadores, en coalición cos progresistas liderados por Práxedes Mateo Sagasta. Polo Distrito de Arzúa resultou elixido Fernando Calderón Collantes, a quen o rei Alfonso XII había de concederlle o título de Marqués de Reinosa, vila onde nacera o 21 de febreiro de 1811. Pese a non ser galego de nacemento, a súa formación política realizouna toda ela en Galicia, á que representou en numerosas ocasións, xa que o seu pai, Manuel Santiago Calderón, deputado durante o Trienio Liberal, pasou a vivir na cidade da Coruña ao rematar a súa breve e fracasada experiencia política.
Fernando Calderón foi elixido deputado por algunha das circunscricións ou distritos electorais da provincia da Coruña, segundo a lei electoral vixente, de xeito case ininterrompido dende 1843 ata 1871, ano no que pasou ao Senado. En 1872 regresou ao Congreso dos Deputados, representando ao Distrito de Arzúa durante a segunda lexislatura. Dende 1870 identificábase co Partido Conservador, se ben inicialmente militara no Partido Moderado e dende 1858 pertencera á Unión Liberal de O’Donnell, quen o nomeou por primeira vez Ministro de Gracia e Xustiza en 1865. Máis tarde, xa durante a Restauración e militando no Partido Conservador de Cánovas del Castillo, volvería a ser ministro de Gracia e Xustiza en 1875, ministro de Estado entre 1875 e 1877 e, de novo, de Gracia e Xustiza entre 1877 e 1879.
Antes do seu paso á alta política, o perfil desenvolto por Fernando Calderón en Galicia foi, en certo modo, tanxencialmente oposto ao de Benito Sánchez Freire, quen o precedeu inmediatamente na representación do Distrito de Arzúa no Congreso dos Deputados. Fronte á fidelidade carlista de Sánchez Freire, Calderón Collantes caracterizouse por un liberalismo consecuente que se materializou, de feito, na persecución das partidas carlistas como xefe da Milicia Nacional de Ribadeo e, logo do seu nomeamento en 1838, como xuíz de Vigo.
No volume 1 do libro publicado en 1656 “Hispaniae et Lusitaniae itinerarium”, e escrito por Martin Zeller, concretamente na páxina 363, tras enumerar as principais cidades da Galiza (Ourense, Lugo, Tuy, Compostela, A Coruña, Ferrol) , o texto dí (en latín) que a parte de estas grandes cidades coñecidas tamén hai outras maís pequenas, como: Arzúa, Baiona, Vigo, Pontevedra, Padrón, Noia, Fisterra, A Coruña, Ferrol, Ribadeo, Sarria, Rivadavia, e Viana. Ademaís menciona a “Gummarez” e “Monterci”, das que decoñecemos a súa denominación actual
O texto en latín é este:
Prater has praecipae notae urbes, aliae etiam sunt minores, inter quas eminet sequentes: nimirum Arzua, Gummarez, Bajona, Vigo, Pontevedra, Padro, Noja, dua supra descriptae, Finisterrae, & Corunna; item Pontedeaume, Ferol, Ribadeo, Sarria, Rivadavia, Monterci, Viana, quarum nonnullae littus marinum occupantes maritimae sunt, aliae vero fluminibus accumbunt.