O martes 13 de novembro do ano 1900, o xornal coruñés “La Voz de Galicia”, publicou este texto:
Un hecho vituperable ocurrió días atrás en la parroquia de Burres, en Arzúa. En la finca que ocupa el vecino de Cortobe en aquella parroquia, Ramón García Carril prendió fuego una mano criminal á tres pajares que inmediatos á la casa estaban colocados, con objeto de conseguir su propósito de quemar la vivienda. Afortunadamente pronto se advirtió el incendio, logrando localizarlo y consiguiendo su total extinción a los pocos momentos. La casa no sufrió desperfecto alguno, quemándose únicamente los pajares y dos cestos de maíz. Después de pasados los momentos de confusión, se practicaron activas diligencias para llegar al conocimiento de quienes pudieran ser los autores de hecho tan reprochable, dando aquéllas por resultado la detención de Francisco Rey Rodríguez y Francisco Villar García, vecinos de Beseño (Touro), como autores del incendio. Parece que Rey Rodríguez indujo y prestó ayuda a su amigo Villar, para realizar el hecho, guiado por el odio que profesa al dueño de la finca, García Carril, por pretender ésta unirse en no lejana fecha á una joven de aquella aldea, de quien está enamorado Francisco Rey. El hecho fué denunciado al juez de aquel partido
O tomo dous da Gran Enciclopedia Galega, editada por Silverio Cañada no ano 1974 e con ISBN 84-7286-037-x contén nas páxinas 237 e 238, baixo a voz “Arzúa” un artigo de Antonio Taboada Roca adicado ao Concello de Arzúa e que hoxe reproducimos. Incluímos ademáis unha fotografía da época da praza da vila que ilustra o artigo.
ARZÚA. Municipio de la provincia de La Coruña y diócesis de Santiago. Limita al N. con los municipios de Boimorto y Frades, al S. con el río Ulla, que los separa de la provincia de Pontevedra, al E. con el Ulla y los municipios de Melide y Santiso, y al O. con los Touro y O Pino. Tiene una extensión de 154,6 km.² y una población de 9.064 habitantes, agrupados en las parroquias de Santa María de Arzúa, Santiago de Arzúa, Boente, Brandeso, Branzá, Burres, Calvos de Sobrecamiño, Campo, Castañeda, Dodro, Dombodán, Figueiroa, Lema, Maroxo, A Mella, Oís, Pantiñobre, Rendal, Tronceda, Viladavil, Vilantime y Viñós. El terreno es accidentado y de naturaleza arcillosa, con elevaciones que no sobrepasan los 500 m., siendo las principales el monte Viso, Martelo, Maroxo, Castro-Cornedo, Cornado. El Iso, que nace en las faldas occidentales del Bocelo y riega el valle de Arzúa, el Ulla, Carracedo, Mera y Tambre son los ríos principales. El clima es atlántico y los vientos más frecuentes son los del N. y los del S., estos últimos portadores de lluvias, abundantes de enero a abril. Las temperaturas se mantienen dentro d euna amplitud media relativamente moderada. La principal vía de comunicación es la carretera Santiago-Lugo y la de Arzúa a Lalín, además de varias carreteras locales. La estación de ferrocarril más próxima es la de Curtis, a 24 km. La economía se basa en la agricultura y en la ganadería. Las tierras cultivadas están muy repartidas y producen principalmente maíz, patatas, frutales, hortalizas, forrajes, trigo y centeno. cuenta con buenas praderías, muchas de ellas con regadío y de notable rendimiento. El ganado vacuno, de cerda y lanar, además de las explotaciones avícolas, constituyen la principal fuente de riqueza. La explotación forestal desempeña también un papel importante, sobre todo el pino, eucalipto, castaño, roble, abedul y fresno, que abundan en las tierras no cultivadas de propiedad privada, con la particularidad de que, además, estas tierras producen pastos permanentes, excepto en los pinares. La fauna es la característica de estas zonas y climas: lobos, zorros, jabalies, liebres, conejos, perdices, etc. La industria tiene poca importancia, sin embargo hay que señalar la existencia de dos pequeñas fábricas de tapizados, varios aserraderos y unos veinte talleres de carpintería mecánica. La actividad comercial del municipio se centra en las dos ferias mensuales que se celebran en Arzúa los días 8 y 22 de cada mes y son unas de las más importantes de Galicia por la gran afluencia de ganado y de productos agrícolas. Algunos autores -dice A. Taboada Roca- creen que la Araduca citada por Tolomeo en su Geografía Universal es la actual villa de Arzúa, que en la Edad Media se reducía a unas cuantas casa a orillas del Camino de Santiago y próximas a su iglesia parroquial. su antigua jurisdicción comprendía diez feligresías, cuyo señorío ejercían los arzobispos de Compostela, los cuales le concedieron los siguientes fueros: “Esto he o que o Arcebispo ha na vila d’Arçua: O temporal e o espiritual. E o Concello deulle dar dous cobres e facer a o Arcebispo ou seu Vicario dos dous cobre dúas xusticias e deue fazer o xuez e o notario na dita vila. Item cando o Arcebispo veña de Castela ou de roma ou d’en cas do Rey, hanlle de dar os moradores da dita vila un odre de viño e sesenta panes de senllos diñeiros. Item a medad dos portajes e a medad das voces e dos amezios e a outra amedade he do Concello. Item o padrón da iglesia de Santiago d’Arçua.” Labrada, en la descripción económica de Galicia (1804), dice que la jurisdicción de Arzúa tenía en esa fecha 612 vecinos y que sólo había una fábrica de tejas en Sendelle. En Arzúa -sigue diciendo- se celebra feria el día 8 de cada mes y concurre a ella mucho ganado vacuno, caballar, lechones, gallinas, huevos, trigo y centeno. Episodios notables de las luchas civiles que tuvieron por marco esta zona fueron, según Taboada Roca, el sermón pronunciado en Arzúa por Santiago Pastoriza, el 30 de mayo de 1831, con motivo de la bendición de la bandera de los voluntarios realistas, en el que relató los actos de heroísmo de sus paisanos. En un choque de aquéllos com los constitucionales, éstos derribaron la torre antigua de la iglesia parroquial. Tres años después, la villa y comarca de Arzúa fueron testigos de las luchas carlistas y liberales. Prueba evidente de la importancia histórica de este municipio, atravesado por el camino de Santiago, es la abundancia de casas señoriales esparcias por todo el término. Si bien unas han desaparecido y otras están en ruínas, aún son varias las que se mantienen en pie. Así, por ejemplo, la de Brandeso, de los Montero Figueroa, de la misma familia de la que provienen Rosalía Castro y Emilia Pardo Bazán; la de Orxal, la de Vilantime, la de Bascuas, la de Barrio y la de Sedor, de los Pita da Veiga, descendientes del soldado gallego que hizo prisionero a Francisco I, rey de Francia en la batalla de Pavía. Los principales monumentos son la capilla de la Madalena, antigua hospedería de peregrinos, y la torre de la iglesia parroquial, que data de 1829. Los edificios del ayuntamiento, del juzgado y de la carcel fueron construídos el siglo pasado, gracias a la iniciativa de Barreiro, diputado en Cortes por este distrito. Todavía se conserva la creencia popular del poder curativo -sólo para el dolor de muelas- de las campanas de Rendal. Los que sufrían este mal tocaban, para curarlo, las campanas cogiendo la cadena del badajo con la boca el Sábado de Gloria. Muy popular es también el dicho, onomatopéyico en parte, atribuído a estas campanas. As campanas de Rendal din: quen ten val. Entre los numerosos hijos ilustres de este municipio es necesario mencionar a Pita da Veiga, Basilio Carril, Xan de Arzúa, los hermanos Souto Vila, Xesús Bendaña, etc.
O 21 de novembro do ano 1931, o xornal “La Voz de Galicia” publicou o terceiro artigo da serie “Jurisdicciones de Galicia”, redactado por Heliodoro Gallego Armesto e titulado “Notas Históricas”. Reproducimolo a continuación integramente:
Las tierras de Arzúa, que en tiempos pretéritos formaron el extenso condado de Présaras, ofrecen una gran importancia histórica y lingüística, pues en ellas se encuentra una variedad hablada del gallego; una de las muchas modalidades dialectales de nuestro admirable idioma materno.
Sus primitivos habitantes dejaron interesantes grupos de “mámoas”, más de 300, entre las que destacan su interés la de los términos de Arzúa, Aveancos, Fanegas, Foxado, Furelos, Grijalva, Mellid, Pena da Lebre (Lardeiros), Santiso, Sobrado, Toques, Touro y el bien conservado “dólmen” de Bocelo.
Abundan también los “castros”, entre los que citaremos solamente los de Brañas (Toques), Campos, Cumbraos, coronado hoy por su iglesia, Mellid, Muradela, Remesende, Oleiros, Santa, Vilariño y Vimianzo.
Y aunque las operaciones de labranza alteraron en más o en menos el carácter y estructura de estas fortalezas prehistóricas, y la codicia de los eternos buscadores de pretendidos tesoros abrió y destrozó la mayoría de estos elocuentes testimonios de la numerosa población que habitó estos lugares en aquellos remotos tiempos todavía llegaron a manos de los pacientes investigadores modernos muchos objetos en ellos descubiertos, que acreditan esta comarca como una de las que más elementos han suministrado para el conocimiento de la historia de Galicia.
En “mamoas” y “castros” del partido judicial de Arzúa fueron encontrados cuchillos de silex, hachas y otras armas de piedra pulimentada; diversos objetos de la época del bronce y diademas y brazalete de oro.
De la edad antiguas consérvanse vestigios de la civilización romana también en varios lugares, especialmente en Ciudadela y Puente Punide, destacando entre ellos restos de cerámica toscamente trabajada a mano y un “modio”, usado para la medida de los áridos. También se conservan varios puentes de la misma época.
De los tiempos medioevales quedan interesantes ruinas de las fortalezas que sirvieron de base a las luchas señoriales de tan azarosa época y con ellas las de numerosas fundaciones monásticas, base de la cultura y distribución de la población, entre las que sobresalen las de Dormeá, Mezonzo, Sobrado y Toques.
Del monasterio de Dormeá de monjas benedictinas, fundado el año 1152 por la condesa Doña Loba, hija del conde Froilaz, y en el cual fué religiosa, queda solamente su iglesia románica de una nave con ábside rectángular.
El de Mezonzo, fundado en el siglo VII, tuvo por uno de sus abades a Pedro Martínez de Sobrado, quien en un momento de sublime inspiración compuso la Salve, la más bella de cuantas antífonas ideó el género humano en honor a la Madre de Dios, la más sentida y confortadora de todas las oraciones, en la que busca consuelo el ánimo afligido por las grandes tribulaciones de la vida.
Este abad fue más tarde obispo de Compostela con el nombre de San Pedro de Mezonzo. tosos (sic) tiempos en que Almanzor tomó la ciudad, destruyó su suntuosa iglesia, profanándola con varios actos, entre ellos dando de beber a su caballo en la pila bautismal y le arrebató sus campanas que hizo conducir a hombros de cristianos a Córdoba, para que sirviesen de lámparas en su mezquita. Canonizado, siglos después, este obispo, veneramos hoy su imagen en los altares con el nombre de San Pedro de Mezonzo.
El monasterio de Sobrado, fundado el año 752 por el obispo Sisnando de Iria, como benedictino y transformado en 1142 en cisterciense, llego a ser la casa más poderosa de esta Orden en España, acumulando tan importantes riquezas que le permitían alimentar a más de 80 frailes. Hoy, para ignominia y vergüenza de las generaciones que lo consintieron, está reducido a un informe montón de ruinas, y aunque en ellas desapareció por completo todo el resto de su primitiva fábrica, queda un poco de la posterior, que al permitir estudiar el neoclásico y barroco de nuestra tierra, convierte este lugar en punto obligado del turismo moderno.
Y por último, del de Toques, fundado el año 1060, queda solamente una interesantísima iglesia mozárabe.
El único convento habitado actualmente en el partido judicial de Arzúa, es el de Mellid.
En el siglo IX fueron derrotados los moros en Furelos, y en el mismo siglo Ramiro destrozó en Coirós a los normandos, que habían invadido el país.
Actualmente viven los arzuanos dedicados a la agricultura y ganaderia, explotando además la fabricación de manteca y ricos quesos. Abundan en la comarca los molinos harineros y funciona una fábrica de hilados y tejidos en Vilasantar.
El tráfico de sus productos ánima las concurridas ferias mensuales que se celebran en el partido y de las cuales son las más principales la de los días 5 en la Illana; el 8 y 22 en Arzúa; el 12 en Cumbraos y en Las Cruces de Sobrado; el 15 en Vilouriz; el 20 en San Saturnino (Cebreiro); el 24 la de La Lage (Armental); el 27 en El Pino y todos los primeros domingos en Mellid, Mezonzo y Sobrado.
O 22 de outubro de 1931, na serie “Jurisdicciones de Galicia” do xornal “La Voz de Galicia” Heliodoro Gallego Armesto firma na páxina 2 un texto que leva por título “Jurisdicciones de Galicia. Arzúa. I. Aspecto General” e que no mesmo xornal en días posteriores sería completado con “Ríos“, “Notas historicas”, “Vías de comunicación”, “Carreteras” e “Literatura popular”.
Reproducimos nesta ocasión o primeiro artigo da serie:
De los trece partidos judiciales que integran la provincia de La Coruña es el primero, en orden alfabético, el de Arzúa, que situado en el extremo SO. de aquélla, ocupa precisamente el centro geométrico de toda la región. Limitando al O. los montes de Loureda y Sabugueira, que lo separan del de Santiago; al NO. el río Tambre que lo deslinda del de Ordenes; al N. los montes de la Tieira que se interponen en él y del de Betanzos; por el E. corren, sucesivamente de N. a S. las alturas frías y despobladas de los montes de Coba da Serpe, que alzan su pico más alta a 834 metros sobre el nivel del mar, Corno do Boy, Carrión y Mámoa de Losoiro, que demarcan este partido y la provincia de Lugo, y por el S. le sirve de línea divisoria con la de Pontevedra el río Ulla, la segunda en importancia de la corrientes fluviales de Galicia. Forma todo él un extenso macizo estrato-cristalino, en el que predomina el gneis alternando con la micacita y demás rocas primitivas, especialmente en Taillor. En la Furelos al E. del Monte de Bocelo. El gneis común o venilloso preséntase muy característico en varios lugares y más especialmente en aillón. En la línea determinada por los lugares de Boimorto, Caregal, Sobrado y Las Pias, aparece una alternativa de pizarra cloritosa, granito estratiforme, pizarra negra y diversas variedades de gneis. Abundan el anfibolito, que forma notables grupos en las inmediaciones de Mellid y Sobrado; el dionit y el diorito, tan escaso en Galicia; la eufótida y otras rocas anfibólicas, entre ellas la serpentina y la piedra ollar, conocidas ambas en el país con el nombre de “doelo” o “piedra de murcio”, calificativo que extienden los arzuanos a las demás rocas fáciles de labrar. En medio del terreno primitivo, entre Lázaro y Las Cruces, hay un filón de basalto con un espesor de unos cuatro metros, pero cuya extensión sobre el rumbo resulta desconocida por aparecer el terreno cubierto de labor y monte, dejando ver solamente en basalto en el corte de un camino sin formar crestón ni cono. Aunque aparece aquí, tan distante de masas considerables de su familia, resulta muy característico, por presentarse cmpacto, impregonado de olivina, algunos trozos de anfiboltas de zeolita. No lejos de este filón hay un gran cerro de serpentina granosa muy particular. Las sierras de Coba da Serpe y Corno do Boy son silurianas. Denunciadas solamente unas y en explotación otras, hay en este partido judicial minas de pirita arsenical (Fojado); hierro (Grijalva) y wolfran (Arca y Fuentes Rosas). El conjunto de la montañosa comarca arzuana aparece ligeramente inclinado al S. sore la margen derecha del río Ulla, dominado por los vientos del SE. generalmente acompañados de lluvias, alternando con los del O. y N. que despejan un dilatado horizonte; resultando de todo ello un clima frío y sano. El terreno bastante accidentado, tiene una altura media de 517 metros sobre el nivel del mar, y además de los montes ya citados al reseñar sus límites, presenta en su interior, como principales acuses de su orografía, los alto de Jabriña, Codesoso, Armada, San Payo, San Bartolomé de la Mota, Nuestra Señora del Viso y San Sebastián, coronadas de ermitas cristianas sucesoras de los altares de os sacrificios paganos; los de Peña de Espiño, Boavista, Peñas altas y coto de Emparedado, este útimo el más alto de todos con su cota de 797 metros, y los Montes de Bocelo, Furado, Freiteiro y Corda da Arca. Todos estos montes se hallan medianamente poblados de árboles que proporcionan maderas y el combustible necesario, y de ellos se desprenden varios ramales que determinan entre sí cañadas y prolongados valles, por donde circulan las aguas del crecido número de riachuelos y ríos, más o menos caudalosos, que ofrecen diversa y sabrosa pesca, y que bañan el territorio sin que el arte contribuya al mejor aprovechamiento de tan beneficioso auxiliar de la agricultura, principal fuente de riqueza del país. El terreno destinado a cultivo, fértil en general, produce buenas cosechas de maiz, centeno, trigo, patatas y agunas frutas y hortalizas. Sus excelentes prados naturales, con su vegetación de sauces, chopos, mimbrales y fresnos, ofrecen abundantes y buenos pastos, que alimentan ganado vacuno, mular y muchos caballos de pequeña alzada pero de gran resistencia. En los montes pastan rebaños de ganado lanar y cabrío y la caza se presenta abundante. Asientan sobre el territorio del partido judicial de Arzúa 11.726 edificios, que albergan a 55.145 habitantes, de los cuales 9.733 viven en 1.818 casas aisladas, agrupándose los restantes en 886 entidades de población, que se clasifican en tres villas, ocho caseríos, trece lugares y 886 aldeas, ormando entre todas 114 parroquias, que se reunen a su vez entre si para constituir 10 municipios, que son: Arzúa, Boimorto. Curtis, Mellid, Pino (El), Santiso, Sobrado, Toques, Touro y Vilasantar. La población relativa es de 54 habitantes por kilómetro cuadrado, bastante inferior a la media de Galicia, que es de 74.