Na páxina 111 do tomo 5 da Gran Enciclopedia Gallega recóllese un artigo de Benedicto García Villar baixo a entrada Basilio Carril, que dí así:
Fue con Faustino Santalices, Avelino Cachafeiro, y Paulino Pérez Sánchez, uno de los más importantes gaiteiros y artesanos gallegos de los últimos años. Nacido en Arzúa (La Coruña) el 26 de junio de 1914, desde muy joven vivió en Santiago, en donde su padre (Ramón), que era constructor de gaitas en Arzúa, instaló su taller en 1919.
Su primera afición musical es la guitarra, a la que siempre le dedicará una especial atención. Siendo todavía niño, pasaba horas en un portal de la calle de A Algalia, de Santiago, en la que un grupo de jóvenes estudiantes ensayaban con sus guitarras. Esto le movió a fabricar él mismo su guitarra, sin otro maestro que la intuición y el sentido musical. A los 13 años empieza a trabajar con su padre en el taller de la Rúa de San Pedro, continuando en él hasta agosto de 1974. Afiliado a la Agrupación Artística Compostelana, desarrolla en ella su afición de guitarrista hasta el año 1936 en que participa, en las filas del Frente Popular, en la guerra civil. En mayo del 38, estando en Asturias, escribía en su diario «Éste es el más de los grandes acontecimientos para bien de nuestra victoria definitiva. Este mes veremos el pronto fin de esta cruel guerra.»
De vuelta a Santiago, se integra de nuevo al taller de gaitas; pero entonces ese trabajo no proporciona el mínimo sustento económico y Carril tiene que dedicarse a realizar trabajos de artesanía para turistas. Figuras de Don Quijote, Sancho Panza, hórreos, zocas… botafumeiros, que se vendían por cientos en los comercios de Santiago. En 1947, a la muerte de su padre, se tiene que dedicar por entero a la fabricación de gaitas, flautas traveseras, flautas de pico, pitos, asubiotes, pandeiros, bombos… etc. Famosa se hizo a partir de entonces su habilidad para fabricar punteiros y palletas. Realizaba sus trabajos en palo santo, ébano, olivo, marfil y, fundamentalmente, en buxo, la más abundante en Galicia de las maderas duras. Las gaitas por él fabricadas empezaron a gozar de gran cotización por la brillantez de sonido y buena afinación, siendo vendidas en toda Galicia y exportadas al resto de la Península, a todos los países de Europa y América, Japón, Australia… etc., encontrándose hoy ejemplares en varios museos europeos. Y al mismo tiempo que sus gaitas, adquiría fama la tertulia que en su taller tenía lugar todos los días. Por allí pasaban melómanos, gaiteiros, artesanos, estudiantes y extranjeros que tenían interés en conocerle, aprendiendo del amigo Carril innumerables matices, no sólo técnicos o musicales, sino humanos.
Con Faustino Santalices proyectó la creación en Santiago de un taller-escuela pero, según él mismo confesó, no pudo llevarse a cabo por falta del necesario apoyo de los organismos competentes. En agosto de 1973 fue invitado por el Museo de Louvre de París para realizar trabajos de construcción de instrumentos musicales de viento que hubieran ya desaparecido o estuvieran en trance de desaparición. Para ese trabajo, el museo ponía a su disposición una importante colección de grabados en los que dichos instrumentos están representados. También en agosto de 1973 recibe una invitación para trabajar como artesano en el Conservatoire Ocitan des Arts. Al año siguiente recibe el título de «Artesano Ejemplar». Pero paralelamente a su labor como artesano desarrolla su vocación de gaiteiro. Con Jesús Rodríguez* Sánchez (Susiño), formó una de las más famosas parejas de gaiteiros de Galicia. Ellos fueron, con Paco Pose, los iniciadores de la modalidad musical de pitos gallegos y coautores de piezas como Anacos de unto, Maruxa, Vindo do Faro, Farangulliñas, O Pote, Caramuñeira, etc. ; formó parte del grupo Os Jacobeos, con Alicia Pazos (piano), Manuel Suárez Moscoso (voz), Miguel de Santiago (flauta) y José Vidal (tamboril); dirigió la sección musical del Grupo de Danzas de la Sección Femenina de Santiago; participó en el Grupo de Danzas de la Sección Femenina de La Coruña y en el Orfeón Terra a Nosa. Pero con el grupo que más éxitos consiguió fue con el de gaitas de Cantigas e Agarimos de Santiago, compuesto por Juan Bello Mallóu, José Vidal Freire, Ricardo Fernández Pereira y Carril. Este grupo obtuvo innumerables premios en Lugo, Mondoñedo, Orense, Ponteareas, Porriño, Santiago, Tui, Vigo, etc., participando en la mayor parte de los certámenes de gaita celebrados en Galicia.
Con todos estos grupos actuó por toda la Península, Europa y parte de Asia y Africa y grabó varios discos. Además de las ya mencionadas, son de su creación las piezas : Buxos Verdes, O Gaiteiro, Zaralalá de Arzúa, marchas para justas medievales, etc.
En colaboración con Miguel de Santiago preparó un Método de Gaita que no llegó a publicarse. Murió Basilio Carril el 23 de diciembre de 1974 en Santiago.