Victoria do Peña F.C. contra o U.S. Galicia de Santiago

O número 2.592 do xornal “El Ideal Gallego: diario católico, regionalista e independiente” o 22 de xullo de 1927 publicou na sección de deportes da páxina quinta:

EN ARZUA

El domingo se celebró el anunciado partido entre el “U.S. Galicia”, de Santiago, y el “Peña F.C.”, de la localidad.

Minutos antes de comenzar, las encantadoras señoritas Pilarita Taboada y Carmiña Martínez, salieron a efectuar el saque, siendo obsequiadas por ambos capitanes con artísticos ramos de flores.

Terminó el encuentro con la victoria del “Peña F.C.”, por 2 a 1.

El numeroso público que asistió al match salió satisfechisimo. El árbitro enérgico e imparcial.

Arzúa, recomendable destino para veranear

O xornal de Compostela “El Correo de Galicia: diario independiente de avisos y noticias” do 14 de agosto de 1903 publicou esta breve nota:

Son muchas las familias distinguidas que veranean en las montañas de Arzúa, cuyo clima, por lo apacible e higiénico, es muy recomendable.

Prendido un ladrón en Arzúa, descrición do botín

A “Gaceta de Madrid” número 34, do 3 de febreiro de 1875 contiña este edicto na súa páxina 294:

D. José Ignacio Pardo, Juez de primera instancia interino del partido de Arzúa.
Por el presente edicto cito, llamo y emplazo á los que se consideren con derecho á 124 rs. vn. en plata, una peseta falsa, una pistola de dos cañones sistema Lefauclieux, una caja con 24 cápsulas metálicas, una campanilla de iglesia del mismo metal, un reloj de plata Patent inglés con el núm. 17.126, una correa badana de las que suelen usar para jugar, una cucharilla de plata y un pañuelo de color usado, con que ha sido aprehendido Benito Varela N. después de haberse fugado de la cárcel pública de esta villa en que estaba por consecuencia de sumaria formada contra el mismo y otro sobre robo, para que dentro del improgable término de ocho dias lo manifiesten ante el Sr. Juez de su partido, de quien espera lo comunique á este Juzgado para en su vista proveer lo que corresponda.
Dado en la villa de Arzúa á 19 de Enero de 1875.== José I. Pardo .= Por mandado de S. S., Domingo M. Lado.

Pistola de dous cañóns como a que levaba Benito Varela ao ser detido en Arzúa

Morre accidentalmente unha moza en Ferreiros por un disparo

A primeiros do século XX existía unha costume entre os mozos chamada “correr a pólvora”, e que consistía en que, ao rematar unha romería se reunián e disparaban os seus revólveres ao aire. No xornal “La Voz de Galicia” do 3 de setembro de 1920 aparece unha tráxica nova, que nos conta como unha moza de 18 anos recibeu no pescozo unha desas balas disparadas por diversión:

Joven muerta en Arzúa

Hubo el domingo una romería en la parroquia de Ferreiros, del distrito de Arzúa, y acudieron a ellos mozos y mozas de aquella aldea y de las inmediatas.

También fueron a la misma fiesta reunidos, la joven de dieciocho años de edad Dolores Balado Rodríguez, sus hermanos Manuel, María y Mercedes y los mozos Manuel García Brocos y Cristóbal Vieites Aldariz.

Terminada la romería al anochecer, los mozos de aquella comarca allí reunidos, siguiendo una costumbre tradicional en tales fiestas, “corrieron la pólvora” disparando sus revolvers al aire.

Tuvo esto lamentables resultados, ya que una de las balas fué a herir en el cuello a la joven Dolores Balado, la que no tardó en fallecer.

Enterada de la desgracia la Guardia civil, detuvo al hermano de la víctima y a los otros dos mozos que le acompañaban, poniéndolos a disposición del juez de Arzúa.

O mesmo feito foi recollido o mesmo día por outro xornal: “El Compostelano: diario independiente”, que co antetítulo “En una romería” deu así a nova:

Joven muerta de un tiro

El día 29 último se celebró en el pueblo de Ferreiros, de Arzúa, una romería, a la que asistía la joven de 18 años Dolores Balado Rodríguez, vecina de aquella parroquia acompañada de sus hermanos Mercedes, María y Manuel y sus convecinos Manuel García Brocos y Cristóbal Vieites Aldariz, de 17 años de edad.

Cuando más entretenidos se hallaban formando un grupo, la Dolores se sintió herida por un proyectil que le penetró por el lado derecho del cuello en dirección horizontal, alojándose en las glándulas del lado contrario y produciendo intensa hemorragia interna y externa á consecuencia de la cual falleció pocos momentos después.

De las pesquisas que la Guardia civil del puesto de Arzúa llevó a cabo, resulta que el disparo debió de ser hecho a corta distancia, y que por la dirección de la bala y hallarse la interfecta con sus acompañantes separada un buen trecho de la romería, es casi seguro que el tiro fué disparado por el hermano de ésta ó alguno de los dos individuos que estaban en el grupo.

Los tres están detenidos y niegan ser los autores del disparo, aún cuando se contradicen en algunos extremos.

A Garda Civil de Arzúa atacada polo sarampelo

A “Gaceta de Galicia: Diario de Santiago. Decano de la prensa de Compostela” publicou o 4 de xaneiro de 1903 esta sorprendente e breve nova:

Se desarrolló el sarampión con proporciones alarmantes en la villa de Arzúa, siendo una de las casa más castigadas el cuartel de la Guardia civil.

Unha feira en Arzúa nos anos 40

O 5 de decembro de 1945, na sección “Galicia próspera y fecunda” de “La Voz de Galicia”, A. Barreiro López escribe unha rica descrición do que era unha feira naquel tempo, e facilita datos concretos como que os visitantes ascendian a tres ou catro mil persoas, ou que había sobre mil trescentas cabezas de gando e maís de trescentos tenderetes de tecidos e quincalla.

Arzúa es de ordinario una villa apacible y tranquila a la que parecen sobrar, por esa quietud, la mitad de los comercios de todas clases, fondas, barberías, cafés, etcétera, que se van encontrando al paso por aquellas rúas. ¿Para qué tanto? nos preguntamos, al verlos vacíos, en las calles casi desiertas.

-Es que aquí —me dice mi acompañante— les basta con vender dos veces al mes. En cualquier otro lado, un comerciante para sostenerse, “para ir tirando” necesita vender todos los días algo. Aquí, con lo que se trabaja el 8 y 22 de cada mes, que son días de feria, no necesitan más. Esos dias se suda de firme, es verdad, pero con lo que les “entra” no sólo se defienden, sino que ganan dinero… ¡Mañana lo comprenderá usted todo, cuando vea lo que es una feria en Arzúa!

Empecé a darme cuenta de su importancia al entrar a cenar en “Casa de Juana”, la fonda más popular no sólo de Arzúa sino de varias leguas a la redonda. El espacioso comedor y sus locales adyacentes estaban llenos: no había una mesa libre salvo la que nos habían reservado.

Los comensales eran todos “tratantes” de ganado mular y caballar. Enfundados en largas blusas negras con sombreros del mismo tono. En nada se diferenciaban salvo en el acento: los había salmantinos, vallisoletanos, granadinos, zamoranos, murcianos, etc.; creo que estaban representadas la mayoría de las provincias. Aquella oscuridad de las blusas absorbía mucha luz y el comedor tenía un aspecto fúnebre; la batahola de los diálogos alegraban, no obstante aquella penumbra.

Al observar la mesa de en medio donde comían, calado el sombrero, varios de los “enlutados” a los que iluminaba de lleno la lámpara central, me pareció un momento cuando uno de ellos blandía un tenedor para pinchar algo, que tení ante mí el famoso cuadro “Lección de anatomía”, de Rembrandt.

—Son ganaderos, ¿sabe?, me decía solícito más tarde don Celestino, propietario de la fonda. Le vienen de todas partes de España a comprar muías y caballos para vender después en Castilla. Estas ferias empiezan ahora y terminan para febrero. Son, con las de Monterroso, las más importantes de Galicia. ¡Ya verá mañana!

Y la mañana llegó. Al clarear el día me despertaron los bocinazos y los cláxons estridentes de los camiones y autobuses que abarrotados arribaban trepidantes a la villa. Cuando bajé, la fonda era un hervidero de gente. Los “enlutados” habían aumentado de modo alarmante y trabajo me costó ganar la puerta de la calle. Los coches de Santiago, Nóya, Betanzos. La Coruña, Lalín. Melllid, Curtis, etcétera, se alineaban a lo largo de la carretera contigua al campo de la feria y las calles se poblaban de “paisanos” que llegaban por todas partes. La sosegada villa de Arzúa estaba desconocida.

En el terreno magnífico de la feria —casi un kilómetro de longitud, cubierto de viejos robles y castaños centenarios— todo era bullicio, actividad, dinamismo. Se levantaban en un santiamén tenderetes de !a más variada traza. Cada vendedor arreglaba afanosamente su puesto o buscaba acomodo para exponer los géneros.

Me aconsejaron que no entrase en el campo para dar tiempo a ultimar tanto preparativo. Deambulé ua rato por las calles, espléndidas de sol y cada vez, más llenas de público, y pude, notar que los comercios, en otros días vacíos, estaban ahora rebosantes.

Fui, al fin. a la feria. Hice entrada por los puestos de quesos. Allí estaban atrayentes las famosas y riquísimas “tetillas” de la Illana, Vilasantar, la Castellana. Curtis y Arzúa. Alegraba los ojos ven tanta abundancla y diversidad de formas y tamaños. Los compradores de fuera, que eran muchos, romana en mano pesaban y pedían precio. A la noche vi camiones enteros cargados de cajas de quesos que llevarían sabe Dios a dónde…

Seguían después los puestos de pollos y gallinas; eran innumerables las aldeanas que los ofrecían al paso. A un lado destacaba la alfarería de Buño, “cuncas”, jarros, fuentes, ollas. Mellid estaba representado con un gran “stand” de “zocos” del país, para todos los pies… Trescientos y pico eran los tenderetes de tejidos y quincalla, algunos tan bien surtidos que muchos de sus efectos y artículos no los vemos en los establecimientos coruñeses. Todos estos “comercios” tienen su clientela y todos venden. La ferretería con su diversidad de objetos estaba también presente. En otros lados, cestas de huevos, manteca. Y en el centro del campo vacas, cabras, carneros, cerdos. No faltaban guarniciones, ni “la suerte del pajarito”, ni el charlatán que vendía relojes y paraguas, ni los que hacían ante su numeroso auditorio los más extraños experimentos con los que conseguían al fin, que picase la gente…

A un lado, abarcando el ferial de extremo a extremo, se juntaba el ganado caballar y mular. ¿Cuánto habría allí, santo Dios? Dijéronme que alrededor de mil trescientas cabezas. Apenas si se podía andar. El que me acompañaba, avezado a estas cosas, avanzaba sin embargo tranquilo, separando las mulas y hasta sacudiéndoles en las ancas para abrirse paso. Yo que iba detrás, no las tenia todas conmigo.

De las tierras montañosas de Lalín, Chantada, Arzúa, Monterroso y Mellid, abundantes en caballos y muías traen a estas ferias arzuanas mucho ganado. Los caballos del país de fea estampa y poca alzada, son en cambio fuertes y resistentes para el trabajo y apropiados para los malos caminos. Se explica que tengan mucha aceptación por ahí adelante, pagándose por ellos sumas increíbles.

Un grupo alrededor de un caballo me llamó la atención y me acerqué. Llegué en el mismo momento en que un chalán gallego, también de blusa negra, le asía la mano derecha a un “tratante” andaluz y se la alargaba hacia el paisano que vendía. Al mismo tiempo trataba de coger la mano de éste para que se la estrechase al otro.

—¡Dalle a man, coma un caballero, codio!. clamaba.
—¡No dou n’ese precio, hom!. decía el otro tratando de retirar el brazo.
—¡Me valja Dios… Non me deixes quedar mal. Manoel!… ¡Van vlntaoito mil reás…!
—Non feireo, contestó cacharudo el otro.

El andaluz. Intranquilo y molesto ya, de tener tanto tiempo estirado el brazo, exclamó resuelto a su “intérprete”:
—¿Pero qué dise er tío ese? ¡Mira que es grande esto que no nos entendamos siendo todos españoles!

No sé en que paró aquello.

Pregunté más tarde a personas enteradas qué valor en venta tendría el ganado mular y caballar que acudió a la feria y me dijeron que sobre diez millones de pesetas. Y que las transaccones habidas habían pasado del millón y medio. Agregad a esto lo que se vendió en vacuno y porcino; en tejídos, en quesos, etc., y lo que las tres o cuatro mil personas “llegadas de fuera” comieron y bebieron, en figones, fondas y cafés y tendréis la explicación exacta de por qué al comercio de Arzúa. para ganar dinero, le bastan dos días al mes.

A. BARREIRO LOPEZ.

Arzúa era unha das principais vilas de Galiza no século XVII

No volume 1 do libro publicado en 1656 “Hispaniae et Lusitaniae itinerarium”, e escrito por Martin Zeller, concretamente na páxina 363, tras enumerar as principais cidades da Galiza (Ourense, Lugo, Tuy, Compostela, A Coruña, Ferrol) , o texto dí (en latín) que a parte de estas grandes cidades coñecidas tamén hai outras maís pequenas, como: Arzúa, Baiona, Vigo, Pontevedra, Padrón, Noia, Fisterra, A Coruña, Ferrol, Ribadeo, Sarria, Rivadavia, e Viana. Ademaís menciona a “Gummarez” e “Monterci”, das que decoñecemos a súa denominación actual

O texto en latín é este:

Prater has praecipae notae urbes, aliae etiam sunt minores, inter quas eminet sequentes: nimirum Arzua, Gummarez, Bajona, Vigo, Pontevedra, Padro, Noja, dua supra descriptae, Finisterrae, & Corunna; item Pontedeaume, Ferol, Ribadeo, Sarria, Rivadavia, Monterci, Viana, quarum nonnullae littus marinum occupantes maritimae sunt, aliae vero fluminibus accumbunt.

Arzúa vista por un viaxeiro do século XIX

O número 2 da “Revista de Galicia: periódico de ciencia, literatura y artes”, que leva data do 15 de xuño de 1850 inclúe un relato titulado “Recuerdos de un viaje por Galicia” e que firma José María Gil, reproducimos o fragmento que recolle o treito entre Ferreiros e Boente:

A las tres de la tarde llegamos á Ferreiros. En su estremo oriental, en una pequeña taberna solitaria, el repuesto de las alforjas y el tinto del Rivero nos dieron ánimos para continuar hasta Arzúa, residencia de un juzgado.

La Arzúa es una modesta villa, parecida al barrio de una ciudad. Divídela en dos porciones el camino, al encontrarla en la loma de la colina. A aquella hora se retiraban a ella, buscando los atajos, los moradores que mas habían alargado su paseo, y niños y pobres mugeres con haces de leña para alumbrarase y calentarse á la noche. Los diversos obgetos que se alzaban sobre el terreno, iluminados por la rojiza luz de los árboles de la tarde, proyectaban hacia el levante azuladas sombras sin fin, que rapidamente se desvanecieron. El sol, que al verse en el zénit se había creído señor del universo, ahora sepultado en el occidente, recordaba al poderoso envanecido, cuan efímera es la grandeza. La tierra yacía tranquila en brazos de la oscura noche; solo nosotros interrumpiamos su augusto reposo con los acelerados pasos de las cabalgaduras, unas veces mudos o insensibles sobre la arena, otros huecos y sonoros en las peñas cóncavas, ya estrepitosos y centelleantes contra las piedras del puente Rivadiso, ya transformados en sucesivo chapoteo al atravesar un charco sin nombre ó un vado desconocido. Pronto vimos vibrar en el negro espacio un punto de fuego, que en breve quedo fijo; sentimos un leve rumor de vida; despues oimos el ladrido de los perros y el chirrido de un carro; divisamos bultos de edificios y al fin entramos en la posada de Boente, cuyo portalon se abrió de par en par á las voces del maragato.

Así como es un contraste singular un sepulcro en un jardin una calavera en un baile, asi lo sería la vanidad en este meson, aqui en donde la cuadra es al mismo tiempo portal, sala y antesala, y no hay mas que unos mismos banquillos para todos y un mismo pavimento, y un mismo techo para las mulas y para los hombres. Solamente la cocina mereció estar separada por un tablado con tantas rendijas como junturas. Cercanos á este se hallaban amontonados los fardos, banastas y cajones, carga de las sufridas bestias de la recua, que atadas á lo largo de los pesebres, engullian el heno seco con que las habian obsequiado.

Nosotros, menos afortunados que ellas, lo hubiéramos pasado muy mal en este lugar, donde todo falta, si los maragatos no fuesen los hombres de las provisiones, á las cuales apelaron sacando de las alforjas algunas libras de tocino, que pusieron á cocer en un tiznado pote suspendido de los llares. En seguida mi buen Felipe se fué con Tirso su criado, á reconocer las herraduras de las caballerías. Después de cenar, me guiaron á la casa inmediata en donde me esperaba la cama, limpia en verdad, pero mas dura de lo que convenía. Allí, se renovaron en mi mente las imágenes de lo que había visto, y me fue fácil ordenarlas. La contestura general de esta jornada consiste en una serie de montes, que estriban al N. en la cordillera del Tambre, surcados por varios arroyos de transparente y bulliciosas aguas, que corren entre alisos hácia el E. á enriquecer el Ulla, regando antes angostas cañadas. La de la Labacolla, que las recibe del Amenal, es la única que vierte al O. en el Tambre. El punto más culminante de la cordillera, límite de esta distribución entre ambos ríos, se divisa una legua al N. sobre Boente, con sus vertientes meridionales cubiertas de robles. Despues de bajar la colina en la que está Arzúa se atraviesa el río Iso, que aunque el mayor de la jornada, no es mas que un humilde tributario del Ulla, con quien confluye cerca de Portodomouro, recojiendo antes otro riachuelo que pasa cerca de Boente.

Respecto á la Mineralogia solamente pude notar que desde antes de S. Lázaro se presental el anfibol, cuyo nucleo es el Amenal. En las bases de las colinas y en las hondonadas está por lo común descompuesto en ocres ó barros, mas ó mejos rojizos, uno de ellos cruzado por una cresta de grafito muy impuro. Hacia Labacolla desaparece gradualmente la anfibolita conviertiéndose en gneis, y este pasa luego al granito. En los tránsitos hay silice en canto grandes como rodados y en filones intermedios. El cultivo aqui es escaso y mal entendido; hay inmensos terrenos que roturar con ventaja. Centeno y prados naturales son la producion dominante. Tampoco hay mas actividad en la industria fabril. La grandiosa fábrica de curtidos de Labacolla y una tejera en el Amenal con algunos molinos harineros muy malos es lo único que he encontrado, pero se echa de ver que la ganadería, y en especial la mular, ocupag mucho á los habitantes de este abandonado país.

Un mozo de Lema fai deter en Bos Aires ao asasino do seu irmán

O número 437 do xornal “El Eco de Galicia: órgano de los gallegos residentes en las repúblicas Sud-Americanas”, que foi publicado o 10 de decembro de 1903 na capital de Arxentina, conta como un rapaz de Lema de 17 anos viaxou ata Bos Aires e fixo deter a quen, tres anos antes , asasinou ao seu irmán. Nesta páxina xa recollemos a nova daquel crime en Lema, e agora reproducimos o texto da nova de 1903:

Detención de un homicida.-El joven de 17 años Jesús León Rodríguez, recientemente llegado de Galicia, ha hecho detener en Buenos Aires á Angel Sanchez, de 23 años, cocinero, á quien acusa de haber dado muerte á su hermano José León Rodríguez, hecho ocurrido en la parroquia de S. Pedro de Lema, Arzúa, en junio de 1900.

Como la captura de dicho sujeto no ha sido solicitada por las autoridades españolas, la policia ha dado conocimiento de la detención a la Legación de España.

“La Peña F.C.” gaña un partido de adestramento 4-0

No ano 1927 xa se xogaba ao fútbol en Arzúa, e así o demostra esta nova que publicou o número 1006 do xornal “El pueblo gallego: rotativo de la mañana” o 27 de abril dese ano:

En el hermoso campo de deportes de “La Peña F.C.”, se ha jugado el pasado domingo un “match” de foot-ball, de entrenamiento, entre el titular y una selección local, que figuraba con varios reservas del primer equipo.

El partido estuvo bastante lucido, con la natural superioridad de “La Peña”, que no marcaron más tantos por la indecisión de sus “artilleros” delante del marco contrario. Los “seleccionados” hicieron tres o cuatro arrancadas, que no se convirtieron en tantos, gracias a la buena colocación del formidable portero de “La Peña”.

Terminó el partido con la victoria del titular por 4 a cero.

Para el próximo domingo tendremos ocasión de presenciar un gran partido.

Se dice que nos visitará un renombrado equipo de Mellid, denominado “Atletic Mellidense”, para contender en partido amistosa con el primero de nuestra sociedad. Si los rumores llegan a confirmarse vaya ya por anticipada nuestra cordial enhorabuena a la entusiasta directiva de dicha sociedad.